¿Por qué orar por los enfermos?
La enfermedad es un proceso duro y difícil de enfrentar para cualquier persona y sus familiares, más aún si se trata de una enfermedad grave. Son etapas de la vida que marcan profundamente a quienes las viven y que pueden llegar a convertirse en un terreno árido e infértil en la vida de fe.
Por ello, para apoyar a nuestros amigos o familiares que enfrentan condiciones médicas, no basta sólo con apoyarlos con recursos económicos o con medicinas hoy día tan escasas, sino que también es esencial acompañarles en su proceso desde la espiritualidad.
Orar por nuestros enfermos, visitarles y brindarles nuestro apoyo cercano va más allá de una obra de caridad. La oración tiene un poder sanador sobre quien la realiza y por quien se sabe acompañado en oración, pues ayuda a liberar la mente y el cuerpo de los males psicológicos y espirituales que suelen abrazar a quienes padecen alguna enfermedad.
La oración nos comunica con Dios, es nuestro puente para acercarnos a Dios, para hablarle y hacernos partícipes de su misericordia.
Como hermanos en Cristo, podemos hacer una hermosa labor de acompañamiento y de intercesión si ofrecemos nuestras plegarias a Dios por nuestros hermanos enfermos.
Cuando los visitamos y oramos por ellos, cuando nos sentamos a orar junto a ellos, cuando escuchamos sus angustias y los abrazamos con amor, les ayudamos a sanar.
Por eso este viernes 6 de octubre de 2017 a las 5 de la tarde en el 3er día de la Novena a Nuestra Señora de Fátima, nos uniremos en oración por nuestros hermanos enfermos, por su salud y sus avances y porque Dios les fortalezca en medio de sus tribulaciones. Igualmente en la Santa Misa a las 6 pm presidida por el Pbro. Juan Arango, párroco de Jesús Buen Pastor.
¡Acompáñanos y oremos juntos por nuestros hermanos enfermos!
Redacción: María Luisa Angarita
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