Ese lugar sagrado le ha servido al hombre como metáfora para hurgar en su realidad última, para soñar y reconciliarse con lo superior y el Cine ha elaborado su versión entrañable basada en la obra literaria de William Paul Young.
No en balde los cuentos de todos los tiempos conducen a un alma inocente a la Cabaña y casi todas las religiones utilizan el recurso de esa edificación apartada, generalmente situada en un bosque que nos permitiría un sagrado encuentro, como alegoría.
Bien usada por Platón para recordarle al hombre la imposibilidad de alcanzar el conocimiento constituye la alegoría que nos lleva del mundo exterior al mundo interior.
Una visión de Dios Trino en el film La Cabaña.
En la película una mujer afroamericana representa a Dios Padre, y el autor argumenta haber personificado a Dios en una mujer para quitar esa idea religiosa que se tiene de Dios Padre como un anciano barbudo.
Un estereotipo que subyace en la memoria ancestral de los pueblos y es difícil de reemplazar sin generar alguna violencia. De allí que esta dulce mujer de tinte maternal en su infinita comprensión con el protagonista rompe el esquema divino tradicional rápidamente.
Dios es mujer, es negra y la interpreta Octavia Spencer (ganadora de un Oscar). La figura afroamericana nos recuerda a la intérprete de los Gospel una figura muy pentecostal en el cristianismo norteamericano que registra fuerza, maternidad y bondad, buenos carismas –por cierto- para representar a Dios.
En el fondo esta figura suele conducirse como una gurú hinduista, de tal modo que deja al espectador una amplia posibilidad de ver a Dios en varias religiones
En el desarrollo del film el protagonista es un hombre sin fe que realiza un viaje a su conciencia, entabla diálogos con Dios, Jesús y el Espíritu Santo en su búsqueda espiritual con muchas preguntas y varias respuestas. Todo lo que trata es trascendente.
Aparece una representación de Jesús, un Dios convertido en una matrona o un Espíritu Santo con nombre de deidad Hindú. No se trata profundamente al Dios Padre y lo que sorprende en el film es el uso de las manifestaciones antropomórficas de Dios.
Es un atrevimiento importante que al hablar el mismo lenguaje New Age conserva sin embargo un concepto humanista de Dios y al darle formas combate la nebulosa postura de un Dios-energía que vaga por el Universo crea y deshace criaturas sin que jamás logremos identificarlo.
Pienso que el contexto, imbuido de secularismo, post modernismo y enmarcado en un mundo globalizado pudiera recibir el mensaje como un acto de apertura a la conciencia y de universalidad de un Dios bueno y que en su manifestación trinitaria logra contener al hombre de hoy. Claro no tiene argumentación dogmática, al fin y al cabo es ficción.
Sagradas Escrituras y la visión trinitaria del film.
Isaías 66,13
Como aquel a quien su madre consuela, así los consolaré yo a ustedes.
Jeremías 31,9
Con lloro vienen y con súplicas los devuelvo, los llevo a arroyos de agua, por camino llano en que no tropiecen. Porque yo soy para Israel un Padre y Efraín es mi primogénito.
Oseas 11,1-9
Cuando Israel era niño, lo amé.
No daré curso al furor de mi cólera, no volveré a destruir a Efraín, porque soy Dios , no hombre, el Santo en medio de ti y no vendré con ira.
Dios es Padre
Ya en el Antiguo Testamento Dios se presenta con entrañas de madre, como se lee en Isaías 66,13. Y como Padre se nos presenta en Jeremías 31,9 y en Oseas 11,1- 9.
Valga la cita: Dios está por encima del sexo. Su paternidad trasciende nuestra paternidad y maternidad juntas.
Basados en esta última afirmación podemos traducir la propuesta del cineasta en el film La Cabaña como una alegoría aceptable desde el aspecto dogmático. Representar a Dios Padre como una mujer y al Espíritu Santo también a través de una figura femenina sugiere cualidades maternales más que realidades con exactitud antropomórficas.
La Sagrada Escritura también evidencia en el texto de Oseas… “Soy Dios, no hombre” de tal manera que la revelación supone una categoría mayor que la del hombre, pero también reconozcamos que nuestra mente finita tarda en posesionarse de la imagen sobrenatural y proyecta su propio género.
Cabe preguntarse antes de proseguir con la visión trinitaria, si la Película ¿no pertenece a la gran propuesta secularista de la Ideología de Género? en último caso no se ve como un ataque a la Divinidad, pero si como un enfoque que descoloca su imagen y ese posicionamiento tiende a confundir al hombre tan lejano a estudiar las verdades reveladas.
Si en la Trinidad sugerida en La Cabaña hay dos mujeres, el hijo no tiene Padre. También en un plan muy especulativo y personal me pregunto ¿Por qué representar la autoridad divina en dos vertientes como la americana y la asiática? tal vez porque ellas representan el "poder mundial", bien lo diría Samuel Huntintong en el Choque de Civilizaciones. Estoy manejando los meta mensajes, de ninguna manera apuesto por exactitud en las verdades manejadas en el film.
Dicen los críticos de cine que es en La Cabaña la primera vez que se materializa la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Se encarnará en un actor israelí quien nos representa a un Jesús moreno, de cabellos rizados y tez tostada y no el clásico occidental de melena rubia y piel blanca, que nadie cree. Jesús aparece como un hippie, de oficio carpintero y con gentilicio en Oriente medio.
Padre, hijo y Espíritu Santo debaten las inquietudes, enigmas y tristezas del protagonista y buscan liberar su ansiedad.
Algunos críticos ligados a la Iglesia Católica desde Ecuador dicen que La Cabaña tiene una falsa visión de Dios y de la fe cristiana. También argumentan que la visión trinitaria raya en lo blasfemo. Sugieren que promueve una idea errónea de Dios Uno y Trino, de su poder y acción en el mundo y una visión distorsionada de la redención universal.
Nos presenta a un Jesús que no es el hijo consustancial al Padre sino que parece un hijo adoptivo muy especial y enseña que la aceptación de Dios y Jesucristo nos liberaría de traumas y angustias.
Coincido en el planteamiento de que La Cabaña reúne varias ideologías entre ellas, la New Age Panteísta, la espiritualidad oriental encarnada en las figuras del Espíritu Santo y el Padre y la Psicología Positiva.
En uno de los diálogos la representación del Padre expresa: "Cuando los tres nos expresamos en la existencia humana como el hijo de Dios, nos hicimos completamente humanos, nos convertimos en un ser de carne y hueso." ( Bien sabemos que sólo el hijo tomó forma humana.)
Valga la cita: Dios está por encima del sexo. Su paternidad trasciende nuestra paternidad y maternidad juntas.
Basados en esta última afirmación podemos traducir la propuesta del cineasta en el film La Cabaña como una alegoría aceptable desde el aspecto dogmático. Representar a Dios Padre como una mujer y al Espíritu Santo también a través de una figura femenina sugiere cualidades maternales más que realidades con exactitud antropomórficas.
La Sagrada Escritura también evidencia en el texto de Oseas… “Soy Dios, no hombre” de tal manera que la revelación supone una categoría mayor que la del hombre, pero también reconozcamos que nuestra mente finita tarda en posesionarse de la imagen sobrenatural y proyecta su propio género.
Cabe preguntarse antes de proseguir con la visión trinitaria, si la Película ¿no pertenece a la gran propuesta secularista de la Ideología de Género? en último caso no se ve como un ataque a la Divinidad, pero si como un enfoque que descoloca su imagen y ese posicionamiento tiende a confundir al hombre tan lejano a estudiar las verdades reveladas.
Si en la Trinidad sugerida en La Cabaña hay dos mujeres, el hijo no tiene Padre. También en un plan muy especulativo y personal me pregunto ¿Por qué representar la autoridad divina en dos vertientes como la americana y la asiática? tal vez porque ellas representan el "poder mundial", bien lo diría Samuel Huntintong en el Choque de Civilizaciones. Estoy manejando los meta mensajes, de ninguna manera apuesto por exactitud en las verdades manejadas en el film.
Más Trinidad
Dicen los críticos de cine que es en La Cabaña la primera vez que se materializa la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¿Y el Hijo?
Se encarnará en un actor israelí quien nos representa a un Jesús moreno, de cabellos rizados y tez tostada y no el clásico occidental de melena rubia y piel blanca, que nadie cree. Jesús aparece como un hippie, de oficio carpintero y con gentilicio en Oriente medio.
Padre, hijo y Espíritu Santo debaten las inquietudes, enigmas y tristezas del protagonista y buscan liberar su ansiedad.
Algunos críticos ligados a la Iglesia Católica desde Ecuador dicen que La Cabaña tiene una falsa visión de Dios y de la fe cristiana. También argumentan que la visión trinitaria raya en lo blasfemo. Sugieren que promueve una idea errónea de Dios Uno y Trino, de su poder y acción en el mundo y una visión distorsionada de la redención universal.
Nos presenta a un Jesús que no es el hijo consustancial al Padre sino que parece un hijo adoptivo muy especial y enseña que la aceptación de Dios y Jesucristo nos liberaría de traumas y angustias.
Coincido en el planteamiento de que La Cabaña reúne varias ideologías entre ellas, la New Age Panteísta, la espiritualidad oriental encarnada en las figuras del Espíritu Santo y el Padre y la Psicología Positiva.
En uno de los diálogos la representación del Padre expresa: "Cuando los tres nos expresamos en la existencia humana como el hijo de Dios, nos hicimos completamente humanos, nos convertimos en un ser de carne y hueso." ( Bien sabemos que sólo el hijo tomó forma humana.)
Aunque después Papá dice: "No somos tres Dioses, yo soy un Dios y soy tres personas y cada una de las tres es enteramente única."
Lejos quedará el planteamiento de si hay una cadena de mando entre las tres personas de la trinidad a lo que Jesús responde: “¿Cadena de mando?... eso suena horrible…”. (Versión del texto de Paul Young.)
Autora: Luisa Herrera.
Publicado por: Pastoral de Medios de Comunicación
Parroquia "La Resurrección del Señor"
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