Invitación |
¿Qué tan seguido lees la Biblia?
La vida de fe de todo católico, su vida de oración y de espiritualidad, sus creencias y dogmas, encuentran su fundamento en la Palabra de Dios. Desde el principio del tiempo Dios buscó la forma de revelarse a los hombres, no porque lo necesitara, sino para mostrarse como Dios Creador, Salvador y Padre de la humanidad y así acercarse más a su pueblo.
Esa revelación de Dios para con nosotros ha sido gradual y progresiva, en su pedagogía divina Dios ha sabido guiar las mentes humanas hacia una comprensión de su existencia, de su poder y de su amor desde la fe.
En las Sagradas Escrituras encontramos la Revelación de Dios, su palabra, su mensaje. Toda la Biblia está llena de historias que narran esa proximidad que Dios fue mostrando con su pueblo. Se reveló ante profetas y reyes y luego decidió enviar a su Hijo Único al mundo por nuestra redención.
Tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo Testamento condensa la historia de la salvación, la revelación de Dios, su acercamiento a la humanidad, su misericordia y su justicia, su amor.
En la pasión, muerte y resurrección de Cristo encontramos la economía de la salvación, la muestra más contundente del amor de Dios y su infinita misericordia.
Quien se adentra en un texto bíblico, no solo se introduce en una narración de un autor determinado sino que lee y recibe la Palabra de Dios, su mensaje.
Cada uno de los libros que conforman el canon católico, son textos inspirados por Dios. Los hagiógrafos recibieron de Dios la inspiración para colocar en los textos su palabra.
Nosotros como católicos debemos basar nuestras vidas en una lectura orante y practicante de la Palabra de Dios. Si revisamos la Liturgia de las Horas, comprobaremos que se trata de mantenerse en actitud orante con la palabra de Dios a lo largo del día. Incluso, en la celebración de la Santa Eucaristía, la palabra de Dios tiene un lugar preponderante, es lo que conocemos como Liturgia de la Palabra, pues no podemos acceder al cuerpo de Cristo si primero no hemos escuchado y meditado la Palabra de Dios.
Nosotros como católicos debemos basar nuestras vidas en una lectura orante y practicante de la Palabra de Dios. Si revisamos la Liturgia de las Horas, comprobaremos que se trata de mantenerse en actitud orante con la palabra de Dios a lo largo del día. Incluso, en la celebración de la Santa Eucaristía, la palabra de Dios tiene un lugar preponderante, es lo que conocemos como Liturgia de la Palabra, pues no podemos acceder al cuerpo de Cristo si primero no hemos escuchado y meditado la Palabra de Dios.
Así como nuestra fe encuentra su fundamento en las Sagradas Escrituras y en la Pasión Muerte y Resurrección de Cristo, así nuestras vidas encuentran fortaleza y sustento en la Palabra de Dios. Por ello es menester que en cada hogar católico se realice la lectura y meditación de los textos de las Sagradas Escrituras y que en ese orar y meditar también apliquemos en nuestras vidas su palabra y consejo, pues es Dios y sólo Él quien en su comunión trinitaria, a través de los hagiógrafos y apóstoles, nos habla en las Sagradas Escrituras.
En el marco de la celebración del mes de la Biblia en Venezuela, te invitamos a darle un lugar especial en tu hogar a la Palabra de Dios, para ello, este domingo 29 de octubre realizaremos en nuestra parroquia la Entronización de la Biblia.
Trae tu Biblia a la misa para que sea bendecida y participes de esta actividad especial que coloca a la Palabra de Dios en el lugar de honor que merece en tu vida.
Te esperamos en la Misa de 8:30 am en la Capilla de la Santa Cruz y en la Misa de 10 am en el templo “La Resurrección del Señor”.
Redacción: María Luisa Angarita
Pastoral de Medios de Comunicación
Parroquia "La Resurrección del Señor"
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