jueves, 12 de octubre de 2017

Noveno día de las Fiestas Patronales 2017


Hoy nuestra jornada estuvo cargada de amor y oración por Venezuela. Iniciamos con el último día de la novena a Nuestra Señora de Fátima y la adoración al Santísimo, para seguidamente continuar con la celebración de la Eucaristía presidida por el Pbro. Antonio Gracia.






Fue una tarde de encuentro personal con María Santísima, como lo ha sido también toda la jornada de estas fiestas patronales. Nos reunimos en oración como hermanos y comunidad mientras unimos nuestras fuerzas no sólo por el éxito de estas fiestas, sino por mantenernos en crecimiento espiritual y en oración constante a lo largo de estos nueve días.



Observar hoy una parroquia unida en la fe y la fraternidad, con tantos apostolados y movimientos trabajando a favor del prójimo es un logro que sólo puede provenir de los resultados de una oración constante y fervorosa.


Las plegarias de hoy fueron por Venezuela, este país que nos dio la vida. 




El padre Antonio Gracia en su homilía reflexionó sobre la importancia y la necesidad de una fe activa, explicó que de poco sirve orar por Venezuela si no buscamos construirla y trabajar por ella. Esto en referencia al evangelio de hoy que nos invita a orar y pedir a Dios constantemente.


El Padre Gracia refirió que si no trabajamos por lo que queremos pues no se va a dar, porque la oración tiene el poder de fortalecernos en nuestro camino, y aunque Dios siempre estará dispuesto a darnos lo que nos conviene, es nuestro trabajo el que lo forja. Así es menester orar por la familia mientras se le cuida y enseña a los hijos.

Es necesario orar para el amor pero a la vez hay que amar. Si queremos justicia debemos practicarla, si queremos un país próspero debemos procurar trabajar por él.

Las palabras del padre Gracia hicieron referencia también a la incoherencia de algunos cristianos católicos que acuden a misa pero que no practican verdaderamente la fe, que hablan de amor pero odian y atacan al hermano y cuya conducta es totalmente opuesta a lo que predican.




En este punto vale la pena preguntarse, ¿realmente estoy obrando como Dios quiere de mí?, ¿siembro el amor que espero y los valores que quiero ver en los demás? ¿Es mi actuar coherente a mi fe?







Luego de la homilía se recibieron las ofrendas y se continuó con la liturgia eucarística y al finalizar se realizó la procesión de las antorchas, un momento único pues toda la parroquia se reunión con velas para acompañar a la Virgen de Fátima y posteriormente rezar un misterio del Santo Rosario en su honor y por Venezuela.




Esta jornada contó con el apoyo del Grupo de La Divina Misericordia y de catequesis, con los niños ataviados de indígenas y europeos, simbolizando el encuentro de culturas que hoy conmemoramos.


Redacción: María Luisa Angarita
Fotografía: Gardenia Ramírez
Pastoral de Medios de Comunicación
Parroquia La Resurrección del Señor.

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