A veces las preocupaciones y las situaciones de estrés tienden a deteriorar nuestra salud y nuestro bienestar. En ocasiones no le damos mucha importancia, pero podemos sentir como nuestro cuerpo va perdiendo energía.
Podemos estar llevando una gran carga en la espalda y aun así decir “estoy bien”. En ocasiones debes aceptar que no lo estas y dejar todo en manos de Dios, para darle paso a que tu salud comience a mejorar.
Cuando estamos enfermos o tenemos un familiar enfermo, no debemos olvidar pedir por nuestra salud o la ajena, sin embargo cuando estamos sanos olvidamos agradecer por ello. Gozar de buena salud es lo primero que necesitamos para poder trabajar y velar por nuestro bienestar y el de nuestra familia.
¡Pídele a Dios lo que tú quieras y Él te dará lo que necesitas!
En estos momentos de angustias que no se consiguen las medicinas o que están caras, nos desesperamos y no tomamos en cuenta que Dios nos proveerá con lo que necesitamos en nuestras vidas. Debemos agradecerle por tener salud y también al no tenerla porque aprendemos a valorar lo que se siente estar bien. Agradécele de la mejor forma que conocemos, orando.¡Pídele a Dios lo que tú quieras y Él te dará lo que necesitas!
¡Confiamos en que Dios siempre escuche nuestras oraciones!
Este viernes 22 de diciembre a las 5:30 am en “La Capilla de la Santa Cruz” y a las 7:00 pm en el Templo “La Resurrección del Señor” en nuestra misa de aguinaldo oraremos juntos por los enfermos.¡Acompáñanos!
Redacción: Patricia Seguí
Pastoral de Medios de Comunicación.
Parroquia la Resurrección del Señor.
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