Bautismo del Señor.

La humildad de Jesús en el bautismo

El domingo posterior a la Epifanía la Iglesia celebra el Bautismo del Señor, fiesta con la que culmina el tiempo de Navidad y volvemos al tiempo ordinario.

Jesucristo al encarnarse asume la naturaleza humana en todo menos en el pecado, en este sentido no requiere realmente bautizarse puesto que el Bautismo que Juan imparte con agua es un signo del arrepentimiento de los pecados. ¿Qué pecado puede tener Jesús siendo Dios? Ninguno.

No obstante, Jesús se incorpora a la fila del Bautismo con total humildad y sencillez para que todos puedan observar que es uno más como nosotros y que nos acompaña en el camino, se bautiza en total solidaridad con sus hermanos y como un símbolo de los pecados de la humanidad que a la hora de su muerte asumirá en su carne para la redención.

Cuando Jesús se presenta ante Juan en el Jordán éste no puede más que reconocerle como Señor e intenta impedirle el bautismo diciéndole:

 “Soy yo el que necesita ser bautizado por ti, ¿y vienes tu dónde mí?” (Mt. 3,14)

 Pero Jesús insiste y le responde:

 “Deja ahora, pues conviene que así cumplamos toda justicia” (Mt. 3,15)

Un nuevo bautismo en el Espíritu

Con el Bautismo de Jesús por Juan se marca el inicio de un nuevo bautismo en el Señor pues al bautizarse Jesús y hacerse presente el Espíritu Santo sobre ellos se marca el inicio de un nuevo bautismo en el Espíritu como un signo de renovación interior que nos hace partícipes de la naturaleza divina.


Por medio del Bautismo Jesús se aproxima más a nosotros y nosotros a Él. Cuando recibimos el sacramento del bautismo quedamos purificados del pecado original y somos recibidos en la comunidad de creyentes.

Por medio del Bautismo nos volvemos también Sacerdotes, Profetas y Reyes y pasamos a caminar junto a Jesucristo ofreciendo nuestras tareas diarias como sacrificios agradables a Dios, llevando la palabra y anunciándola y sirviendo al prójimo desde el amor, guiándoles en el camino de la fe y asumiendo con responsabilidad nuestros deberes cristianos.

Jesucristo es bautizado para acercarse a nosotros y a cambio nosotros somos bautizados para acercarnos a Él.

En esta fecha al celebrarse el día del bautismo del Señor vale la pena que nos revisemos como cristianos: ¿Es realmente mi vida una muestra viva del amor de Cristo? ¿Me he acercado a Jesús como Él lo hiciera a mí aquel día al bautizarse en el Jordán?.

Este domingo 7 de enero celebraremos el Bautismo del Señor en nuestra comunidad parroquial con la Misa de 8:30 am en la Capilla de la Santa Cruz y en el templo La Resurrección del Señor a las 10:00 am y a las 4:00 pm. Ven con nosotros y meditemos juntos sobre la importancia de Jesucristo en nuestras vidas mientras unimos nuestras plegarias.

María Luisa Angarita

Pastoral de Medios de Comunicación

Parroquia "La Resurrección del Señor"