lunes, 10 de septiembre de 2018

Los Sacramentos: camino de la vida cristiana


Los sacramentos nos permiten recordar y celebrar la presencia de Jesucristo y su acción en nosotros, son signos de la gracia de Dios a partir de los cuales se entrega la vida divina, es decir, le dan la oportunidad al creyente de ser hijo de Dios.

Los 7 sacramentos se hacen presentes a lo largo de toda la vida del cristiano, formando parte de cada uno de los momentos tópicos en la vida del hombre. Desde el momento del nacimiento, pasando por el crecimiento y la vocación, hasta llegar a la vejez, enfermedad o muerte.

Estos 7 sacramentos, a su vez, de dividen en 3 grupos:

Los sacramentos de iniciación: como bien lo dice su nombre, son los que nos conducen los primeros pasos de nuestra vida cristiana. Estos están conformados por:

El bautismo




Esta es la bienvenida de un nuevo miembro a la iglesia católica. Este sacramento se recibe comúnmente cuando se es niño, y son los padres quienes llevan al infante a recibirlo. Consiste en derramar agua sobre la cabeza de la persona, bajo la presencia del Padre, del Hijo y del Espiritu Santo. El Bautismo perdona el pecado original y después de éste el bautizado pertenece para siempre a Cristo.

El bautismo en nuestras familias venezolanas es un momento de alegría. Llevar a su pequeño hacia la pila bautismal es un acto de profunda felicidad para una familia cristiana. Además de ser una gran responsabilidad, este acto marca el inicio de una relación íntima entre ese pequeño ser y Dios Padre. Y así mismo, representa el compromiso de los padres y padrinos a educar al niño en la fe y guiarlos por el camino de Dios mediante su palabra y sus mandamientos. No es un mero acto social.

Confirmación



Como bien lo dice su nombre, en este sacramento confirmamos nuestra fe en Dios, ratificamos nuestro compromiso con la iglesia; nos une más íntimamente con ella y con Dios. En este sacramento, ya el cristiano consciente y con más madurez que en el momento del bautismo (normalmente recibido en los primeros días de vida) acepta voluntariamente formar parte de la iglesia Además, este sacramento enriquece al confirmando con una fortaleza especial del Espíritu Santo.

El rito de la confirmación se efectúa mediante la imposición de manos sobre todos los confirmandos, y la unción del Santo Crisma.


Eucaristía



El Sacramento de la Eucaristía es la culminación en la iniciación de la vida cristiana. El mismo Jesús instituyó este sacramento en la Última Cena con los doce apóstoles, convirtiendo el pan en su cuerpo y el vino en su sangre.
La Eucaristía es fuente y culmen de toda la vida cristiana. Para recibir la sagrada Comunión se debe estar plenamente incorporado a la Iglesia Católica y estar en la gracia de Dios, es decir sin conciencia de pecado mortal. Quien es consciente de haber cometido un pecado grave debe recibir el sacramento de la Reconciliación antes de acercarse a comulgar.

La sagrada Comunión acrecienta nuestra unión con Cristo, fortaleciendo nuestra fe y compromiso con el prójimo.

Los sacramentos de sanación: Estos sacramentos nos sanan de las enfermedades espirituales y corporales. Están conformados por:

Confesión



Este sacramento es uno de los mayores regalos que Cristo nos ha dejado para que vivamos nuestra vida en la tierra. Por medio de este se perdonan todos los pecados cometidos, brindándonos una nueva oportunidad de reconversión, y vida llena de gracia.

Este sacramento se lleva a cabo a través de un sacerdote que escucha nuestros pecados en confidencia con él, y por medio del cual, Dios nos perdona.

Para confesarse es importante y necesario: realizar un exámen de conciencia para ver dónde hemos fallado, arrepentirnos de lo que hemos hecho, confesar al sacerdote todos nuestros pecados, cumplir la penitencia impuesta y obrar para no volver a cometer los mismo errores.

Unción de los enfermos



Este es el sacramento que se les da a aquellas personas muy enfermas, con peligro de muerte, o de edad muy avanzada; para que éste pueda ser reconfortado y sanado, o para prepararlo al encuentro con Dios.

Consiste en la unción del Santo Crisma sobre la frente y las manos del enfermo. Primero, el sacerdote realiza una oración, luego la imposición de manos, y por último la unción de los oleos. Dentro de este sacramento también está la penitencia para el enfermo, si éste no ha podido confesarse.

La misma persona puede recibir este sacramento varias veces, siempre y cuando se presente otra enfermedad grave, donde la vida corra peligro, o como dicho anteriormente, en la vejez.

Los sacramentos de servicio: tienen una misión particular en la Iglesia. Estos son:

Orden sacerdotal



Este sacramento lo reciben solo quienes tengan la vocación del sacerdocio. Con el Orden Sacerdotal la misión confiada por Cristo a sus Apóstoles, sigue siendo ejercida en la Iglesia hasta el fin de los tiempos.

Este sacramento está compuesto por 3 grados: el episcopado, el presbiterado y el diaconado. Y lo confiere el obispo mediante: la imposición de manos, la unción de manos con óleo sagrado, la oración de consagración y la entrega de símbolos del poder sagrado para poder ser consagrados.

Una vez consagrado, el sacerdote queda a disposición y servicio de la iglesia, con una unción especial el Espíritu Santo.


Matrimonio



El matrimonio es la unión entre el hombre y la mujer, con el fin de amarse, apoyarse uno al otro, y procrear y educar a los hijos. Una de las misiones que tiene este sacramento es formar familias santas, un modelo de matrimonio representado en la Sagrada Familia: Jesús, la Virgen María y San José.

Cuando dos cristianos se comprometen ante Dios, estos recibirán la Gracia y la fortaleza para andar en un camino juntos, guiados por el Señor.

El sacramento del matrimonio se contrae mediante la celebración litúrgica, en presencia del sacerdote, y este solo puede destruirse a causa de la muerte de uno de los cónyuges.

El propósito de los sacramentos es hacernos personas santas, y ayudarnos a nutrir y fortalecer siempre, nuestra fe en Cristo.


María Emilia Castañeda
Pastoral de Medios de Comunicación Social
Parroquia "La Resurrección del Señor"

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