sábado, 31 de marzo de 2018

La Resurrección de Cristo: la resurrección del amor.


Es domingo en la mañana, las mujeres se han levantado temprano para ir al sepulcro y ungir el cuerpo de Jesús con los oleos, ya que no habían podido hacerlo el viernes por la premura con la que tuvieron que llevar a Jesús al sepulcro.

Pero la sorpresa ha sido grande, la piedra que cerraba el sepulcro está movida y el cuerpo de Jesús no está, sólo están las vendas que lo cubrían. ¿Qué ha pasado? Jesucristo ha resucitado. (Mc. 16, 1-7)

Esta noticia, tan difícil de creer y comprender en su momento, se ha convertido en el fundamento central de nuestra fe. Es la esencia del kerigma cristiano: Jesús, el Hijo de Dios, que se ha encarnado entre los hombres, ha muerto por nuestros pecados y ha resucitado por nuestra salvación.

Jesús, el Hijo de Dios, ha asumido la naturaleza humana en todo menos en el pecado, pero aun así ha cargado sobre sus hombros la carga de los pecados de la humanidad para con su sacrificio obtener el perdón del Padre para nosotros.

Ese mismo Jesús, que colgó del madero, ha vuelto a la vida, pero no a una vida terrenal. Ha logrado vencer a la muerte, trascenderla para volver glorificado junto al Padre.

Con su resurrección, Jesucristo nos abre las puertas de la vida eterna. Una nueva vida que trasciende lo terrenal y que nos coloca en cercanía con el Padre. Ciertamente es un camino al cual estamos llamados, una vida que va más allá de nuestra comprensión y que corresponde al plano escatológico.

Pero esa nueva vida aunque trasciende a la terrenal no prescinde de ella. Jesús ha muerto y resucitado por nosotros, por nuestra salvación. No obstante depende de nosotros que aceptemos su obra. Es desde nuestras acciones y nuestra forma de amar como respondemos a Cristo y su obra de redención.

La resurrección no es una simple fiesta que hoy nos llena de gozo y esperanza. La resurrección es la vida plena en Cristo Jesús. Es aceptar la salvación y obrar en consonancia con esa fe que profesamos que debe ser siempre idéntica a la fe de Jesús.

Homilía del Viernes Santo. 30/03/18. Pasión del Señor. Pbro. David Trujillo



A continuación te presentamos la homilía del Viernes Santo, día de la Pasión del Señor. 






Pbro. David Trujillo. 
Párroco

viernes, 30 de marzo de 2018

Homilía del Jueves Santo 29/03/18. Pbro. David Trujillo.

Lectura del santo evangelio según san Juan (13,1-15)


Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. Estaban cenando, ya el diablo le había metido en la cabeza a Judas Iscariote, el de Simón, que lo entregara, y Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos, que venía de Dios y a Dios volvía, se levanta de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a lavarles los pies a los discípulos, secándoselos con la toalla que se había ceñido.
Llegó a Simón Pedro, y éste le dijo: «Señor, ¿lavarme los pies tú a mí?»
Jesús le replicó: «Lo que yo hago tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde.»
Pedro le dijo: «No me lavarás los pies jamás.»
Jesús le contestó: «Si no te lavo, no tienes nada que ver conmigo.»
Simón Pedro le dijo: «Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza.»
Jesús le dijo: «Uno que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque todo él está limpio. También vosotros estáis limpios, aunque no todos.»
Porque sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: «No todos estáis limpios.» Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les dijo: «¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis "el Maestro" y "el Señor", y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros; os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis.»

Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús. 

Disfruta la homilía en el video:






Pbro. David Trujillo. 
Párroco

Sábado Santo, oración y recogimiento en la espera de la Resurrección.

Hoy es un día de meditación. Nuestra Iglesia no está de fiesta, Jesús ha fallecido antes de la Pascua, no hay alegría, la muerte parece haber vencido.

Estaba anunciado por Jesús que moriría y en tres días resucitaría, pero la joven comunidad creyente aún no logra comprenderlo. Los apóstoles se encuentran conmovidos, las mujeres tristes, todos confundidos.

Hoy no celebramos, en el transcurso del día la Iglesia nos pide que meditemos en silencio y sobriedad la muerte de nuestro Señor Jesús. La razón de su sacrificio, el valor que le damos como personas de fe.

Pero a medida que el día transcurre algo va cambiando, sabemos en efecto que nuestro corazón nos dice que algo aún mejor está por ocurrir. Es cierto que esperamos la resurrección, y por ello nos preparamos para la vigilia Pascual en la cual unidos en oración velaremos en la espera gloriosa de la resurrección de Jesús.

Vigilia Pascual




La Vigilia es el período en que como comunidad de fe nos reunimos para esperar el anhelado momento de la resurrección. Se realiza en la noche del sábado y antes del alba del domingo.

A lo largo de toda la vigilia meditaremos las lecturas del viejo y nuevo testamento. Escucharemos el Pregón Pascual que anuncia la Resurrección.

La Vigilia Pascual consta de 4 partes. La primera parte o Lucernario está conformada por la bendición del fuego que se realiza al inicio de la vigilia y simboliza la luz de Cristo. Antes de bendecir el fuego las luces se encuentran apagadas, símbolo de la oscuridad que la muerte de Jesús ha dejado.

Viernes Santo, Jesús muere en la Cruz

Hoy es Viernes Santo, Jesús sale del pretorio para sufrir la muerte más cruel. Hoy Jesús abraza la cruz, muere en la cruz y al abrazarla nos abraza, extiende sus brazos por amor para mostrarnos el amor mayor y dar su vida por nosotros. Hoy es un día para meditar y permanecer en oración, hacernos conscientes del valor que el sacrificio de Jesús tiene para nosotros, para nuestra salvación.


Pbro. David Trujillo
Párroco

jueves, 29 de marzo de 2018

Viernes Santo, día de meditación y espera



Este día recordamos a Jesús en la cruz, quien muere por nuestros pecados y la salvación del mundo. Este es un día de meditación, donde contemplamos el misterio de Jesús crucificado. La iglesia católica manda a guardar ayuno.

Hoy no se celebra la Eucaristía en ninguna parte del mundo. El altar se encuentra desnudo, las imágenes cubiertas y el sagrario se encuentra abierto en señal de que Jesús no está allí. Sin embargo, sí se comulga, con las hostias consagradas el día anterior.

A pesar de no realizarse la misa, sí se lleva a cabo una reflexiva y austera celebración, que da inicio en silencio. Se proclama la Liturgia de la Palabra, la primera lectura es del profeta Isaías y la segunda de la Carta a los Hebreos.

Después se relata la Pasión según San Juan. La Liturgia de la Palabra finaliza con la "oración universal" en donde se pide por la iglesia, por el papa, por todos los ministerios, por los fieles, los catecúmenos, por la unidad de los cristianos, por los judíos, por los que no creen en Cristo, por los que no creen en Dios, por los gobernantes, y por los atribulados.

Posteriormente procede la adoración de la cruz, besándola y venerándola. Luego se pasa a la comunión.

Al finalizar la celebración, se sigue a la rememoración de los pasos de Jesús camino a su muerte, con el vía crucis. Esto se realiza dentro del mismo templo o en las calles de su alrededor. Recordando en cada estación los distintos momentos que pasó Jesús y reflexionando sobre todos ellos.

También los Viernes Santos se acostumbran a realizar la meditación de las siete palabras. Que son las últimas que pronunció Jesús en la cruz antes de morir.

¿Cómo vivir este día?



- Guardar ayuno y abstinencia.

- Participar en la liturgia de adoración a la cruz, con amor y devoción.

- Realizar el vía crucis y la meditación de las siete palabras.

- Interiorizar el hecho de que Jesús se entregó en la Cruz por cada uno de nosotros.

Cada Viernes Santo conmemoramos el amor extremo y verdadero de Cristo para salvarnos. Una de las principales actitudes que debe tener el cristiano este día es la de reflexión, porque comprendemos y profundizamos el sentido de la muerte del Señor.

Te invitamos a vivir con nosotros este día


Celebración de las 7 palabras: 2:30 pm “Capilla de la Santa Cruz”, 4:00 pm Templo Parroquial “La Resurrección del Señor”.

Celebración de la pasión del señor: 3:00 pm “Capilla de la Santa Cruz”, 4:30 Pm Templo Parroquial “La Resurrección del Señor”.

Viacrucis: 5:30 pm Templo Parroquial “La Resurrección del Señor”.





María Emilia Castañeda
Pastoral de Medios de Comunicación
Parroquia "La Resurrección del Señor" 





Homilía del Miércoles Santo 28/03/18. Pbro. David Trujillo.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (26,14-25):


En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, a los sumos sacerdotes y les propuso: «¿Qué estáis dispuestos a darme, si os lo entrego?»
Ellos se ajustaron con él en treinta monedas. Y desde entonces andaba buscando ocasión propicia para entregarlo.
El primer día de los Ázimos se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: «¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?»
Él contestó: «ld a la ciudad, a casa de Fulano, y decidle: "El Maestro dice: Mi momento está cerca; deseo celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos."»
Los discípulos cumplieron las instrucciones de Jesús y prepararon la Pascua. Al atardecer se puso a la mesa con los Doce.
Mientras comían dijo: «Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar.»
Ellos, consternados, se pusieron a preguntarle uno tras otro: «¿Soy yo acaso, Señor?»
Él respondió: «El que ha mojado en la misma fuente que yo, ése me va a entregar. El Hijo del hombre se va, como está escrito de él; pero, ¡ay del que va a entregar al Hijo del hombre!; más le valdría no haber nacido.»
Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: «¿Soy yo acaso, Maestro?»
Él respondió: «Tú lo has dicho.»

Palabra del Señor
Gloria a ti, Señor Jesús. 

Disfruta la homilía en el video: 



Pbro. David Trujillo
Párroco

De la Pascua Judía a la Última Cena de Jesús


La semana pasada tuve la oportunidad de participar en una cena pascual que rememoraba la última cena de Jesús, lo que me dio la oportunidad de percibir, más de cerca, el significado de esta celebración para el ámbito judío y, al mismo tiempo, me dio la oportunidad de preguntarme qué sentido pudo haber tenido esta cena para Jesús.


La tensa situación que se había originado en Jerusalén debido a las actividades de Jesús los días previos a esta cena (Jn 10, 23-25.31-33) le hicieron ver que sobre su persona se desataría una violenta respuesta de parte de las autoridades judías (Mc 14,1). Por eso Jesús y el grupo que le acompañaba pasaban la noche fuera de los muros de la ciudad (Jn 18, 1-2) y solo a la luz del día y entre el medio de las gentes, con relativa seguridad, podía llevar adelante sus actividades (Mt 24, 1-3).

En este ambiente cabe pensar que Jesús debió tomar algunas precauciones para poder celebrar la cena pascual con sus más cercanos seguidores: hasta último momento ninguno de ellos sabía en dónde sería (Mc 14,12-13) y no habían adelantado los preparativos de la misma (Mc 14, 14-15).

¿Por qué tantas precauciones de parte de Jesús en estos últimos días de su existencia terrena? ¿Acaso prelaba solamente la seguridad física? Aunque podamos reconocer la importancia de este aspecto, Jesús ha debido pensar, ciertamente, que éste sería un encuentro único y ha debido prepararlo minuciosamente, con antelación (Mc 14, 15a): su Última Cena sería la ocasión de mostrar cuán cerca podía estar de sus amigos (Jn 13, 1-5; Jn 15, 14-15). Nada sería casual (Mc 14 22-25).

Jueves Santo, Sacerdocio y Eucaristía: Sacramentos de Amor


Lectura del santo evangelio según san Juan (13,1-15)


Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. Estaban cenando, ya el diablo le había metido en la cabeza a Judas Iscariote, el de Simón, que lo entregara, y Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos, que venía de Dios y a Dios volvía, se levanta de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a lavarles los pies a los discípulos, secándoselos con la toalla que se había ceñido.
Llegó a Simón Pedro, y éste le dijo: «Señor, ¿lavarme los pies tú a mí?»
Jesús le replicó: «Lo que yo hago tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde.»
Pedro le dijo: «No me lavarás los pies jamás.»
Jesús le contestó: «Si no te lavo, no tienes nada que ver conmigo.»
Simón Pedro le dijo: «Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza.»
Jesús le dijo: «Uno que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque todo él está limpio. También vosotros estáis limpios, aunque no todos.»
Porque sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: «No todos estáis limpios.» Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les dijo: «¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis "el Maestro" y "el Señor", y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros; os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis.»

Palabra del Señor
Gloria a ti, Señor Jesús



Pbro. David Trujillo
Párroco


Jueves Santo, inicio del Triduo Pascual

Monumento 2017 Templo Parroquial


Este día corresponde al momento central de la Semana Santa. Cada Jueves Santo la Iglesia católica conmemora la institución del Sacramento de la Eucaristía en la Última Cena y el Orden Sacerdotal. De igual modo se conmemora el lavatorio de los pies realizado por Jesús a sus 12 discípulos y la oración en el huerto de Getsemaní.

Los Jueves Santos abren paso al Triduo Pascual, que son los tres días antes del Domingo de Pascua. En este tiempo celebramos la pasión, muerte y resurrección de Cristo.

Este es un día solemne. Muchos lo viven con tristeza e incluso dolor, recordando la pasión de nuestro Señor Jesucristo. Sin embargo, en este día también celebramos el mandamiento del amor:

 “Ámense los unos a los otros, así como yo los he amado”. (Jn 13,34).

Visita a los siete templos


Después de la misa vespertina, cada iglesia coloca un monumento para resaltar la eucaristía y exponerla de una manera solemne para la adoración de los fieles. Se acostumbra realizar el llamado “recorrido a los 7 templos” en donde se visitan siete iglesias y en cada una se realiza una oración. Esto simboliza el ir y venir de Jesús en la noche de la traición. ¡Te invitamos a realizar las visitas para vivir este día solemne!

miércoles, 28 de marzo de 2018

Miércoles Santo, Somos Nazarenos

Lectura del santo evangelio según san Mateo (26,14-25):


En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a ver a los sumos sacerdotes y les propuso: «¿Qué estáis dispuestos a darme, si os lo entrego?»
Ellos se ajustaron con él en treinta monedas. Y desde entonces andaba buscando ocasión propicia para entregarlo.
El primer día de los Ázimos se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: «¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?»
Él contestó: «ld a la ciudad, a casa de Fulano, y decidle: "El Maestro dice: Mi momento está cerca; deseo celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos."»
Los discípulos cumplieron las instrucciones de Jesús y prepararon la Pascua. Al atardecer se puso a la mesa con los Doce.
Mientras comían dijo: «Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar.»
Ellos, consternados, se pusieron a preguntarle uno tras otro: «¿Soy yo acaso, Señor?»
Él respondió: «El que ha mojado en la misma fuente que yo, ése me va a entregar. El Hijo del hombre se va, como está escrito de él; pero, ¡ay del que va a entregar al Hijo del hombre!; más le valdría no haber nacido.»
Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: «¿Soy yo acaso, Maestro?»
Él respondió: «Tú lo has dicho.»

Palabra del Señor
Gloria a ti, Señor Jesús.



Pbro. David Trujillo
Párroco

Miércoles Santo, Jesús Nazareno



El Miércoles Santo es el día en que se reúne el tribunal religioso judío con Judas Iscariote para negociar la entrega de Jesús a cambio de 30 monedas de plata y condenarlo. La intención ha sido clara desde el principio: matar a Jesús porque no pueden permitirse perder la autoridad religiosa y más aún por auto proclamarse "Dios".

Este día Jesús lo dedica a la oración. Es ya consciente de lo que le espera y así lo anuncia a sus discípulos. Sabe que la hora menguada se acerca y la acepta con toda su voluntad humana y divina. reconoce que su entrega tiene una finalidad aún mayor.

En este día el Evangelio nos presenta a Judas Iscariote negociando la entrega de Jesús, pero también nos muestra a un Jesús consciente de lo que le espera y que busca compartir una última cena con sus amigos, sus discípulos.

La tradición judía celebraba la cena de Pascua con el cordero como un símbolo del sacrificio de los primogénitos egipcios que murieron en la noche de Pascua y en la cual los primogénitos de Israel fueron protegidos por la sangre del cordero, tal como Moisés había pactado con Dios.

Jesús, asume en su carne ser este cordero, en la cena de Pascua que adelanta para poder compartir con sus amigos, lo anuncia al realizar la partición del pan y al realizar la bendición de la tercera copa del ritual, la "copa de bendición". Jesús es el primogénito que se inmola, el cordero que muere por la salvación y su sangre es la sangre que se derrama por el perdón de los pecados.

El Miércoles Santo marca el fin de la cuaresma. Es un día de luto para la Iglesia por ser el día en que se decide dar fin a la vida de Jesús. Es un día también de ayuno y penitencia. En este día nos abstenemos de las carnes rojas pero muy especialmente los cristianos luchamos por abstenernos del pecado.

martes, 27 de marzo de 2018

Martes Santo. Humildad y Paciencia.

Lectura del santo evangelio según san Juan (13,21-33.36-38):


En aquel tiempo, estando Jesús a la mesa con sus discípulos, se turbó en su espíritu y dio testimonio diciendo:
- «En verdad, en verdad os digo: uno de vosotros me va a entregar».
Los discípulos se miraron unos a otros perplejos, por no saber de quién lo decía.
Uno de ellos, el que Jesús amaba, estaba reclinado a la mesa en el seno de Jesús. Simón Pedro le hizo señas para que averiguase por quién lo decía.
Entonces él, apoyándose en el pecho de Jesús, le preguntó:
- «Señor, ¿quién es?».
Le contestó Jesús:
- «Aquel a quien yo le dé este trozo de pan untado».
Y, untando el pan, se lo dio a Judas, hijo de Simón el Iscariote.
Detrás del pan, entró en él Satanás. Entonces Jesús le dijo:
- «Lo que vas hacer, hazlo pronto».
Ninguno de los comensales entendió a qué se refería. Como Judas guardaba la bolsa, algunos suponían que Jesús le encargaba comprar lo necesario para la fiesta o dar algo a los pobres. Judas, después de tomar el pan, salió inmediatamente. Era de noche.
Cuando salió, dijo Jesús:
- «Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará. Hijitos, me queda poco de estar con vosotros. Me busca¬réis, pero lo que dije a los judíos os lo digo ahora a vosotros:
"Donde yo voy, vosotros no podéis ir"»
Simón Pedro le dijo:
- «Señor, ¿a dónde vas?».
Jesús le respondió:
- «Adonde yo voy no me puedes seguir ahora, me seguirás más tarde».
Pedro replicó:
- «Señor, ¿por qué no puedo seguirte ahora? Daré mi vida por ti».
Jesús le contestó:
- «¿Con que darás tu vida por mí? En verdad, en verdad te digo: no cantará el gallo antes de que me hayas negado tres veces».

Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús. 


Pbro. David Trujillo
Párroco

lunes, 26 de marzo de 2018

Homilía del domingo 25/03/17. Domingo de Ramos. Pbro. David Trujillo.

Evangelio

Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos (15,1-39):


C. Apenas se hizo de día, los sumos sacerdotes, con los ancianos, los escribas y el Sanedrín en pleno, se reunieron, y, atando a jesús, lo llevaron y lo entregaron a Pilato. Pilato le preguntó:
S. «¿Eres tú el rey de los judíos?»
C. Él respondió:
+ «Tú lo dices.»
C. Y los sumos sacerdotes lo acusaban de muchas cosas. Pilato le preguntó de nuevo:
S. «¿No contestas nada? Mira cuántos cargos presentan contra ti.»
C. Jesús no contestó más; de modo que Pilato estaba muy extrañado. Por la fiesta solía soltarse un preso, el que le pidieran. Estaba en la cárcel un tal Barrabás, con los revoltosos que habían cometido un homicidio en la revuelta. La gente subió y empezó a pedir el indulto de costumbre. Pilato les contestó:
S. «¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?»
C. Pues sabía que los sumos sacerdotes se lo habían entregado por envidia. Pero los sumos sacerdotes soliviantaron a la gente para que pidieran la libertad de Barrabás. Pilato tomó de nuevo la palabra y les preguntó:
S. «¿Qué hago con el que llamáis rey de los judíos?»
C. Ellos gritaron de nuevo:
S. «¡Crucifícalo!»
C. Pilato les dijo:
S. «Pues ¿qué mal ha hecho?»
C. Ellos gritaron más fuerte:
S. «¡Crucifícalo!»
C. Y Pilato, queriendo dar gusto a la gente, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran. Los soldados se lo llevaron al interior del palacio –al pretorio– y reunieron a toda la compañía. Lo vistieron de púrpura, le pusieron una corona de espinas, que habían trenzado, y comenzaron a hacerle el saludo:
S. «¡Salve, rey de los judíos!»
C. Le golpearon la cabeza con una caña, le escupieron; y, doblando las rodillas, se postraban ante él. Terminada la burla, le quitaron la púrpura y le pusieron su ropa. Y lo sacaron para crucificarlo. Y a uno que pasaba, de vuelta del campo, a Simón de Cirene, el padre de Alejandro y de Rufo, lo forzaron a llevar la cruz. Y llevaron a Jesús al Gólgota (que quiere decir lugar de «la Calavera»), y le ofrecieron vino con mirra; pero él no lo aceptó. Lo crucificaron y se repartieron sus ropas, echándolas a suerte, para ver lo que se llevaba cada uno. Era media mañana cuando lo crucificaron. En el letrero de la acusación estaba escrito: «El rey de los judíos.» Crucificaron con él a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda. Así se cumplió la Escritura que dice: «Lo consideraron como un malhechor.» Los que pasaban lo injuriaban, meneando la cabeza y diciendo:
S. «¡Anda!, tú que destruías el templo y lo reconstruías en tres días, sálvate a ti mismo bajando de la cruz.»
C. Los sumos sacerdotes con los escribas se burlaban también de él, diciendo:
S. «A otros ha salvado, y a sí mismo no se puede salvar. Que el Mesías, el rey de Israel, baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos.»
C. También los que estaban crucificados con él lo insultaban. Al llegar el mediodía, toda la región quedó en tinieblas hasta la media tarde. Y, a la media tarde, jesús clamó con voz potente:
+ «Eloí, Eloí, lamá sabaktaní.»
C. Que significa:
+ «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?»
C. Algunos de los presentes, al oírlo, decían:
S. «Mira, está llamando a Elías.»
C. Y uno echó a correr y, empapando una esponja en vinagre, la sujetó a una caña, y le daba de beber, diciendo:
S. «Dejad, a ver si viene Elías a bajarlo.»
C. Y Jesús, dando un fuerte grito, expiró. El velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. El centurión, que estaba enfrente, al ver cómo había expirado, dijo:
S. «Realmente este hombre era Hijo de Dios.»

Palabra del Señor
Gloria a ti, Señor Jesús. 

Disfruta la homilía en el video: 





Pbro. David Trujillo.
Párroco

domingo, 25 de marzo de 2018

Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén

Hoy Jesús entra triunfante en Jerusalén al grito del "Hosanna" escuchemos este mensaje del Padre David Trujillo.



Pbro. David Trujillo
Parroquia "La Resurrección del Señor"

sábado, 24 de marzo de 2018

Domingo de Ramos, Jesús triunfante





El Domingo de Ramos es el último día de la Cuaresma y el primer día de Semana Santa. En el Domingo de Ramos, los cristianos conmemoran la entrada solemne de Jesús en Jerusalén, montado en un borriquito, aclamado como Hijo de Dios, días antes de su pasión, muerte y resurrección.


¿Por qué se celebra el Domingo de Ramos?


Es un día muy especial. Para nosotros los occidentales, tiene un carácter de Religiosidad Popular y un poco más de folklórico; no obstante en la estructura de la cultura religiosa Judía, subir a Jerusalén es lo máximo, porque Jerusalén es una ciudad ubicada en el punto geográfico más alto.

Para el pueblo Judío es sumamente importante establecer un contacto y una relación directa con Dios sin que exista ningún obstáculo, es por esto que Jerusalén es la Ciudad Sagrada, a donde se va por lo menos una vez al año a establecer esa profunda, definitiva y grande relación con Dios.

Jesús como buen Judío lo entiende y por ello se ofrece al Padre como cierre de todo el proyecto de Salvación que Dios tiene para la humanidad, es el momento fundamental de la entrada triunfal de Jesús y los Judíos lo celebraban con ramos de olivo, así como se recibían a los grandes a los triunfadores a los que habían dado y habían hecho un gran esfuerzo durante su vida para rescatar algo.

viernes, 23 de marzo de 2018

Viernes de Concilio, inicia el camino


La celebración del Viernes de Concilio es la preparación litúrgica para vivir la Semana Santa, tras el inicio del tiempo de cuaresma. Este es el último viernes de cuaresma, y por ende, es el viernes anterior al Domingo de Ramos. 

Este día la Iglesia Católica recuerda los sufrimientos de Nuestra Señora de los Dolores. El viernes de Concilio es la antesala a la Semana Mayor y como todos los viernes de cuaresma, éste se toma como día de ayuno y abstinencia. 

Origen del Viernes de Concilio 

El viernes de concilio los líderes religiosos de la época se reúnen para decidir la muerte de Jesús:

Los sumos sacerdotes y el Sanedrín en pleno buscaban un testimonio contra Jesús, para condenarlo a muerte, y no lo encontraban. El sumo sacerdote lo interrogó preguntándole: «¿Eres tú el Mesías, el Hijo de Dios bendito?». Jesús contestó: «Sí lo soy». Y todos lo declararon reo de muerte. (Mc. 14,55.61-62.64 
A partir de allí inicia el camino de Jesús hacia la cruz. Después de pasar por juicios e interrogatorios por parte de los emperadores romanos, ante quienes fue llevado por las autoridades religiosas, el pueblo solicita su muerte.

El Viernes de concilio abre la Semana Santa por eso, por ser el día en que las autoridades religiosas deciden dar fin a la vida de Jesús.


Otros datos


El 19 de junio del año 325 se dio inicio al primer concilio ecuménico en Nicea. Este concilio fue convocado por el Papa San Silvestre I y llevado a cabo bajo el mandato del emperador Constantino. La intención de este concilio era fijar una posición contra la herejía de Arrio quien veía a Cristo no cómo procedente de la misma naturaleza del Padre, sino como un demiurgo, un ser creado a parte por el Padre. No reconoce su existencia previa en el Padre. 

Ante esta tensión ideológica se llama a concilio a fin de unificar criterios en cuanto a la persona de Cristo. Se condena a Arrio y se forma un credo en el cual se reconoce a Cristo como Hijo del Padre, su unigénito, quien siempre ha estado inseparablemente unido a Él. 

En este concilio se hace uso de un término extra bíblico para proclamar una verdad de fe, el Hijo es “Homousios tou Patrós” es decir, consubstancial al Padre. Con esta nomenclatura se quiere afirmar que Jesucristo es de la misma naturaleza del Padre, de su misma esencia divina. 

Una vez resuelto este punto se procedió también a establecer la fecha en la que debía celebrarse la Fiesta de Pascua. Para ello y dado que la muerte de Jesucristo ocurrió un día de luna llena, se procedió a fijar la fecha “el domingo siguiente al primer plenilunio tras el equinoccio de primavera”, el cual ocurre el 21 de marzo. Así el siguiente jueves posterior al equinoccio habrá luna llena y el domingo siguiente al plenilunio será el Domingo de Resurrección. 

De allí que todos los Jueves Santo, día que da inicio al Triduo Pascual y en el que se instituyen los sacramentos de la Eucaristía y el Sacerdocio  una radiante luna llena nos acompañe. 

Viernes de Preparación, Semana de Fe 



El viernes de Concilio nos introduce en una etapa especial de la vida cristiana, nos prepara para el recorrido que Jesucristo vivirá a lo largo de la Semana Santa y que junto a Él, nosotros como creyentes debemos vivir desde una fe profunda y madura. 

jueves, 22 de marzo de 2018

Pobreza Evangélica: ¿Actitud humana o divina ?


Partiendo desde la dimensión espiritual - transcendental, se puede señalar que la pobreza evangélica proviene del alma, no es una cuestión de dinero, sino un asunto del corazón.

Por tanto, el hecho de que no se posea una fortuna, no es de por sí una virtud, al contrario, no se puede poseer ningún valor, pero si tener la actitud del rico.

Sin embargo, se puede también disfrutar de muchos bienes y tener la cualidad del pobre. En este sentido, la pobreza evangélica es una actitud espiritual, a la cual todos somos invitados prescindiendo de nuestras disposiciones económicas.

Pobreza Espiritual




¿Cuál es, entonces, la actitud de pobreza espiritual? Aun cuando el pobre está dispuesto a dejarse poner en duda y cuestionarse por Dios siempre de nuevo. Acepta también dejarse arrojar de sus posiciones, de sus estructuras, de sus principios, de todo lo que le es propio. En todo caso, se muestra la felicidad de los que están convencidos de que nadie es dueño de sí mismo y que Dios puede pedirlo todo.

miércoles, 21 de marzo de 2018

Homilía del Domingo 18/03/18. Pbro. David Trujillo.

Evangelio

Lectura del santo Evangelio según san Juan (Jn 12, 20-23)

Entre los que habían llegado a Jerusalén para adorar a Dios en la fiesta de Pascua, algunos griegos, los cuales se acercaron a Felipe, el de Betsaida de Galilea, y le pidieron "Señor, quisiéramos ver a Jesús".  Felipe fue a decírselo a Andrés; Andrés y Felipe se lo dijeron a Jesús y él les respondió: "Ha llegado la hora de que el Hijo del Hombre sea glorificado. Yo les aseguro, que si el grano de trigo, sembrado en la tierra, no muere, queda infecundo; pero si muere, producirá mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se pierde; el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se asegura para la vida eterna. 
El que quiera servirme, que me siga, para que donde yo esté, también esté mi servidor. El que me sirve será honrado por mi Padre. 
Ahora que tengo miedo, ¿le voy a decir a mi Padre: 'Padre, líbrame de esta hora'? No, pues precisamente para esta hora he venido. Padre, dale gloria a tu nombre". Se oyó entonces una voz que decía: "Lo he glorificado y volveré a glorificarlo". De entre los que estaban allí presentes y oyeron aquella voz, unos decían que había sido un trueno; otros, que le había hablado un ángel.
Pero Jesús les dijo: "Esa voz no ha venido por mí, sino por ustedes. Está llegando el juicio de este mundo; ya va a ser arrojado el príncipe de este mundo. Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí". Dijo esto, indicando de que manera iba a morir. 

Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús. 

Disfruta la homilía en el video: 






Pbro. David Trujillo
Párroco. 
Parroquia "La Resurrección del Señor"

lunes, 19 de marzo de 2018

SAN JOSÉ, EL HOMBRE DEL SILENCIO


En medio de una sociedad que cada día cobra mayor avanzada en la descalificación verbal, en el ruido producto de nuestros descontentos y desafueros, en donde la maledicencia cada vez cobra mayor espacio, en donde buscar inculpar a los otros por nuestros errores y las consignas hirientes y exacerbadas son los indicadores de una situación de aparente poder que nos aleja, sin lugar a dudas, del amor de Dios, debemos esforzarnos muy seria y comprometidamente en volver nuestra mirada a San José el “Hombre del silencio”.

A veces pensamos que permanecer en silencio frente a las realidades de la vida es la mejor manera para no “entrar en conflictos”, “en problemas”, “para no caer mal”, “para no ganar enemigos”,  “para ganar el aplauso de los débiles” o “simplemente para evitar problemas”.

Pero el silencio puede ser un signo de evidente desinterés frente a las situaciones que nos circundan, de desprecio hacia el prójimo y sus complejidades vivénciales, de enojo o molestia por ser situaciones contrarias a las que hemos pensado o diseñado, y en el más agravante de las realidades enojados con Dios “porque no hizo lo que yo quería”.

Es allí entonces cuando emerge con más fuerza y simplicidad el silencio de San José el esposo de la Virgen María, de quien no se registra una sola sílaba, un solo sonido emitido por él en toda la Sagradas Escrituras, sino el hombre que era capaz de escuchar para poder dar más, escuchar en silencio para analizar y poder cumplir con lo que se le pide, con lo que debe hacer así ello no sea lo que sus planes humanos diseñaron y proyectaron.

San José en su obediencia a los planes de Dios, transmite paz y seguridad, cualidades del silencio prudente, bien entendido y actuado en su debido momento.

jueves, 15 de marzo de 2018

Homilía del Domingo 11/03/18. Pbro. David Trujillo. Parroquia "La Resurrección del Señor"

A continuación te presentamos el Evangelio del Domingo 11 de Marzo de 2018 seguido de la homilía por parte de nuestro Párroco el Pbro. David Trujillo.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Juan (3,14-21):

En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: «Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios. El juicio consiste en esto: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra perversamente detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios.»

Palabra del Señor
Gloria a ti, Señor Jesús.

Disfruta la homilía en el video:







Pbro. David Trujillo
Parroquia "La Resurrección del Señor"
Párroco




Entrar a "La Cabaña"


La humanidad entera quiere entrar en la Cabaña. Ese lugar donde podemos encontrarnos con el mismísimo Dios, ese espacio recóndito de nuestro corazón donde queremos que la paz nos alcance y la verdad secuestre nuestros errores.

Ese lugar sagrado le ha servido al hombre como metáfora para hurgar en su realidad última, para soñar y reconciliarse con lo superior y el Cine ha elaborado su versión entrañable basada en la obra literaria de William Paul Young.


No en balde los cuentos de todos los tiempos conducen a un alma inocente a la Cabaña y casi todas las religiones utilizan el recurso de esa edificación apartada, generalmente situada en un bosque que nos permitiría un sagrado encuentro, como alegoría.

Bien usada por Platón para recordarle al hombre la imposibilidad de alcanzar el conocimiento constituye la alegoría que nos lleva del mundo exterior al mundo interior.


Una visión de Dios Trino en el film La Cabaña.




En la película una mujer afroamericana representa a Dios Padre, y el autor argumenta haber personificado a Dios en una mujer para quitar esa idea religiosa que se tiene de Dios Padre como un anciano barbudo.

Un estereotipo que subyace en la memoria ancestral de los pueblos y es difícil de reemplazar sin generar alguna violencia. De allí que esta dulce mujer de tinte maternal en su infinita comprensión con el protagonista rompe el esquema divino tradicional rápidamente.

sábado, 10 de marzo de 2018

La Solidaridad: nota de una parroquia ideal. Pbro. David Miguel Trujillo Utrera.



Tal y como se ha venido haciendo, cada año por estas fechas próximas a la Semana Santa, propongo lo que será el lema anual sobre el que trabajaremos.

Este lema viene a ser como el punto de referencia obligado en torno al cual estaremos reflexionando a lo largo del año.

Los temas en los que hemos reflexionado y trabajado han sido: la unidad, la diversidad y la oración.

La idea es que vayamos conformando la parroquia ideal o lo que es igual, tener claro el ideal de parroquia que todos anhelamos. 

Recorrido de fe



Este año se ha incrementado el tiempo de oración comunitaria y espero que eso mismo haya ocurrido con nuestra oración personal y familiar. Como logro podemos decir que ya se está creando el grupo de la Cofradía del Santísimo con el que esperamos acrecentar aún más la cercanía hacia Jesús sacramentado que es la fuente y culmen de nuestra vida cristiana.

Vemos con preocupación la proliferación de enfermos sin medicinas; hambrientos sin comida hurgando en la basura; de familias que sufren la pérdida del ser amado porque ha muerto de modo violento o simplemente ha tenido que migrar a lejanas tierras.

Veo desánimo y dolor por doquier y es eso lo que me mueve a considerar y proponer que el tema de este año sea: la solidaridad cristiana. 

Programación de Semana Santa: Templo Parroquial "La Resurrección del Señor".


Programación de Semana Santa: Capilla de la Santa Cruz.


viernes, 9 de marzo de 2018

Familia Distanciada Vs Familia Separada




Para nadie es un secreto que Venezuela está pasando por uno de los momentos más difíciles de su historia en muchos aspectos; sin embargo cabe destacar que mas allá de lo político y lo económico entre otras tantas situaciones que se encuentran en crisis actualmente, la familia está sufriendo seriamente, la división y la separación están a la orden del día. 


Es importante saber que no es lo mismo una familia distanciada que una familia separada, aunque parece igual dista mucho de ser tan siquiera similar.


La familia a distancia


Es aquella que a causa de distintos factores uno o mas miembros de una misma familia han tenido que salir de su núcleo familiar inmediato en busca de mejoras, de progreso, de una nueva oportunidad, de un futuro que aparentemente no puede conseguir en las condiciones en que está viviendo; pero a pesar de la distancia, de la diferencia horaria, de las limitaciones económicas, en fin de cualquier cantidad de adversidades siguen estando unidos mediante el amor.

martes, 6 de marzo de 2018

Homilía del Domigo 04/03/18. Pbro. David Trujillo. Parroquia "La Resurrección del Señor"

A continuación te presentamos el Evangelio del Domingo 04/03/2018 seguido de la homilía por parte de nuestro Párroco el Pbro. David Trujillo.

Evangelio (Jn 2, 13-25)

Lectura del santo Evangelio según San Juan.

Gloria a ti, Señor.

Cuando se acercaba la Pascua de los Judíos, Jesús llegó a Jerusalén y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas con sus mesas. Entonces hizo un látigo de cordeles y los echó del templo, con todo y sus ovejas y bueyes; a los cambistas les volcó las mesas y les tiró al suelo las monedas; y a los que vendían palomas les dijo:  "Quiten todo de aquí y no conviertan en un mercado la casa de mi Padre".
Después intervinieron los judíos para preguntarle: "¿Qué señal nos das de que tienes autoridad para actuar así? Jesús les respondió: "Destruyan este templo y en tres días lo reconstruiré". Replicaron los judíos: "Cuarenta y seis años se ha llevado la construcción del templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?" Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Por eso, cuando resucitó Jesús de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho aquello y creyeron en la Escritura y en las palabras que Jesús había dicho.
Mientras estuvo en Jerusalén para las fiestas de Pascua, muchos creyeron en él, al ver los prodigios que hacía. Pero Jesús no se fiaba de ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba que nadie le descubriera lo que es el hombre; porque él sabía lo que hay en el hombre.

Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús. 


Disfruta la homilía en el video:










Pbro. David Miguel Trujillo Utrera. 
Párroco.
Parroquia "La Resurrección del Señor"





¿Y después qué?



No predigo el futuro ni deseo caer en ese juego. Sólo sé que más temprano que tarde toda esta situación acabará. De una y otra manera saldremos de la crisis en la que estamos sumergidos.

Cada vez estamos más cerca de ver el final de este drama, ya que es insostenible el modo de llevar la vida pública de este país.

Ahora bien, cuando todo esto termine, ¿qué va a pasar?; ¿y después qué? He ahí el título de esta reflexión.

Quisiera exponer mis ideas en formas de tips para así iluminar lo mejor posible mis pensamientos, veamos: